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I. El chino y los dialectos

Lo que hoy en día solemos conocer como "idioma chino", es decir, la lengua oficial de la República Popular China, no es en realidad más que un dialecto designado como lengua estándar, y cuyo aprendizaje obligatorio fue consolidándose a lo largo del siglo XX.


Tal dialecto es llamado "chino mandarín", y es en sí mismo una estandarización de los dialectos hablados en el norte y sudoeste de China, especialmente del usado en la capital, Pekín. En este blog, es el dialecto que os enseñaré, y el que os será más útil con diferencia si algún día viajáis a China.

El chino es el idioma aún en uso más antiguo del mundo, y a lo largo de su dilatada historia, no ha sido nunca, ni tampoco lo es ahora, un idioma único y unificado. La amalgama de dialectos que aglutina incluye uno relativamente conocido en occidente, el cantonés, hablado en el sudeste de China. Pero aparte, existe una enorme variedad de dialectos que en algunas regiones del país pueden llegar a variar de pueblo en pueblo.
Lo que sorprende a todo aquél que lo descubre por primera vez, es que gran parte de estos dialectos son mútuamente ininteligibles. Es decir, que poniendo un ejemplo, un chino de Pekín que sólo sepa hablar mandarín, cuando vaya a Hong Kong y alguien le hable en cantonés, no entenderá ni papa. Y sorprende, porque aquí en España, igual que en el resto de Europa, lo normal es que uno pueda entender más o menos los dialectos de su lengua materna. Por esta razón, algunos linguistas prefieren clasificar las mayores familias de dialectos chinos como lenguas independientes.
Lo que uno se pregunta inmediatamente al conocer esto es ¿cómo hacen entonces para entenderse? Y aquí es donde entra en juego la famosa escritura china. Desde que el primer emperador de China, Qin Shi Huang Di (el que se hizo enterrar con los guerreros de terracota) unificara el país, la escritura, los pesos y las medidas, en el siglo III a.C, la escritura china ha sido una sola. O casi, como luego explicaré. Para entenderse pues, todos los chinos han tenido una escritura estandarizada, sólo que la pronunciaban de manera distinta en distintas regiones. Entonces, si nuestro pekinés que va a Hong Kong se topase con un abuelete que sólo sabe cantonés, le bastaría escribir sobre la palma de su mano carácteres chinos para ser inmediatamente entendido.
De todos modos, sobre lo dicho han cambiado dos cosas con el régimen comunista. La República Popular China se fundó en 1949, al ganar el Partido Comunista Chino la guerra civil contra el Partido Nacionalista Chino, que fue obligado a exiliarse a Taiwán donde fundó la República de China. Desde su llegada al poder, uno de los objetivos principales del partido comunista fue la alfabetización de la población, en la miseria e incultura más absolutas tras haber soportado una debacle económica desde al menos un siglo, la extorsión al país de las potencias occidentales, la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, y la guerra civil. Para ello, se hicieron dos cosas:
  1. Establecer el mandarín como idioma a enseñar en todas las escuelas del país, y como idioma a usar en el trabajo y en la burocracia. Los dialectos son relegados a "lengua de uso doméstico".
  2. Simplicar la escritura, restando trazos a algunos de los carácteres más complejos.
Sin embargo, estos cambios no llegaron a los territorios de población china fuera de la República Popular China, como las antiguas colonias de Macao y Hong Kong (devueltas a China en los años 90), el estado de facto de la isla de Taiwán, y las comunidades chinas de ultramar más antiguas, como por ejemplo, la de San Francisco en EEUU, o la de Singapur.


Esto ha tenido dos consecuencias:
  1. Actualmente, la inmensa mayoría de la población de la República Popular China habla el mandarín, en muchos casos población bilingüe que además habla su dialecto materno.
  2. Existen "dos escrituras" chinas, una compleja hablada en Hong Kong, Taiwán y otros lugares antes mencionados, y otra simplificada, hablada en la mayor parte del territorio chino. Para no asustaros, he aquí una buena noticia: es relativamente sencillo leer chino complejo si se conoce el simplificado, y a la inversa.
Esto es todo por hoy en cuanto a este tema, lo suficiente para saber qué lengua vamos a aprender en este blog.

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